Nadie dijo que fuera fácil aprender a hacer surf . En nuestro Surf Camp en Cantabria sabemos un poco de esto, seguramente habrá pocos deportes tan frustrantes como el surf. El surf por lo general tiene una curva de aprendizaje amplia y no todo el mundo es capaz de tener la paciencia y el tesón que hay que tener para lograrlo.
Cuantas veces hemos oído a alguien decir la típica frase de «bua, con esas olas cojo yo la tabla y les doy goma a todos» jaja, nada más lejos de la realidad. Otra típica de las escuelas de surf es «aprenderás a hacer surf en tres días» ahora si que me río de janeiro, no no ¡me parto! esto es otra verdadera patraña, desconfiar siempre de este lema y de la escuela que os prometa esto porque os estará engañando.
Es por esto que os vamos a resaltar algunos de los errores más típicos cuando empezamos a hacer surf.
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Pongámonos en el caso de tu primera clase de surf o de la primera vez que surfeas con un amigo, olitas pequeñas, mar ordenado y ¡o Dios! me he puesto de pie la primera vez que he entrado al agua, esto va a ser muy fácil, en un par de días estoy surfeando. Pues nada más lejos de la realidad «amigo» te quedan muchas pero que muchas horas de agua y revolcones para poder hacerlo.
Este es otro gran error, a ver… antes lo hacíamos así pero por lo general todos los que aprendimos por nosotros mismos adquirimos en su día malos hábitos y costumbres que luego nunca hemos podido corregir. Por eso siempre recomendamos dar algunas clases de surf con monitores especializados, esto evitará que comentas algunos errores típicos de los principiantes. Por supuesto hay personas que tienen una gran capacidad y esto no les hace falta pero creedme son los menos.
Por lo general los surfistas principiantes tienen la creencia de que con una tabla pequeña, cogerán más fácilmente las olas. Nada más lejos de la realidad, cuando empezamos necesitamos tablas grandes y que floten mucho, esto nos dará la remada que nos falta y además nos permitirá corregir la posición de los pies en caso de que de entrada no nos hayamos colocado bien.
Por lo general entrar al pico cuando no estamos preparados nos puede traer muchos problemas. Los locales nos reñirán, los revolcones serán más gordos y aprenderemos poco puesto que por lo general en el pico las olas van más puestas y son más rápidas. Surfea siempre un poco apartado, procura no molestar y dedícate a las espumas, ya tendrás tiempo de acercarte al pico cuando estés más preparado.
Si quieres aprender a surfear, una de las normas más básicas es el respeto a los locales o surfistas más experimentados. Esto viene muy al hilo del punto 2, respeta para que te respeten, un local nunca te montará «el gran pollo» si surfeas abierto del pico o en las espumas, todos los surfistas experimentados hemos empezado alguna vez y entendemos que todo el mundo tiene derecho a hacerlo. Así que ya sabes lo que toca, primero las espumas, luego un poco más abierto del pico y más tarde ya tendrás tiempo de acercarte al pico para poder coger la ola de tu vida.
Esto puede parecer muy básico pero creedme, esto pasa, yo mismo después de muchos años de surf he entrado al agua con el invento sin atar. Ves las olas, te emocionas y ala al agua patos, resulta que en tu primera ola te has quedado sin la tabla y te ves en serios apuros para salir a nado. Esto o te cargas a algún surfero que está remontando, así que ¡por favor! atarse bien el invento.
Esto puede parecer muy básico pero la parafina es un producto muy útil y que te evitará muchos resbalones. Echar bien de parafina en tu tabla de surf evitará que te resbales y pierdas alguna de las mejores olas en tus primeras sesiones.
Esto también existe jejej, te dejaron un traje de surf y no te explicaron como había que ponérselo, tú con la emoción de las olas y de los primeros baños ves el mar y dices «ahí que voy» mientras vas por la orilla camino a las olas notas sonrisas y comentarios esto puede ser un síntoma de que algo no va bien, no te miran por guapo o guapa jejej, revisa tu traje de surf, no sea que al salir del agua las llagas sean de tres centímetros, tan profundas que en tu próximo baño no lo arreglarás ni con baselina.
Esto es así, ves las olas, te emocionas y vas corriendo hacia el agua como si no hubiera un mañana. Pues mucho ojo con el invento porque juega malas pasadas, se enrosca entre los pies mientras tú vas muy digno o digna y caes como una manzana madura contra la arena. Un práctica bastante recomendable es ponértelo una vez que hayas llegado a la orilla.
Esto es un gran error, quizá de los peores que puedes cometer. Te vas a perder mucha diversión, grandes amigos, risas aseguradas y buenos consejos 🙂
Y hasta aquí nuestra clase magistral de surf, solo me queda desearos buenas olas y mucha paciencia, lo demás vendrá con la práctica. 😉
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